La llegada del temporal de nieve y la posterior ola de frío vuelven a poner encima de la mesa la necesidad de blindar el derecho a la vivienda, el acceso a la energía y desarrollar políticas coherentes con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Al igual que con la pandemia del COVID que ha cambiado nuestras vidas, la campaña utilizada durante este temporal es muy elocuente: Quédate en casa. Más allá de las circunstancias que estamos viviendo en estos meses, cuando ponemos la mirada sobre la situación de la vivienda tenemos que encuadrarla en la crisis residencial sin precedentes de los últimos años: altos precios de la vivienda, sobreendeudamiento, desahucios, infravivienda, problemas de salud relacionados con las condiciones de habitabilidad, etc., que trae como consecuencia la exclusión de las personas más vulnerables. Situaciones que atendemos desde los Servicios Sociales, Sanidad, etc., como profesionales del Trabajo Social, pero que deben ser evitadas desde unas políticas de vivienda integrales e integradoras.

• La adopción de medidas en materia de vivienda que permitan garantizar su derecho. La Comunidad de Madrid, en el ámbito de sus competencias, debe impulsar una Ley de Derecho a la Vivienda que proteja en especial a las personas más vulnerables a través de la generación de un parque de vivienda pública y de vivienda asequible adaptado a sus necesidades residenciales.
•  Abordar la situación de las personas que viven en la calle a través de soluciones basadas en la vivienda, transformando el sistema actual de atención.
• Garantizar el derecho a los suministros básicos, y de manera urgente restablecer el suministro de electricidad en la Cañada Real.