El Plan de Actuación de Protección Civil ante pandemias en la Comunidad de Madrid, publicado en el BOCM el pasado 16 de octubre, solo cita la participación de los y las profesionales de ambas disciplinas como voluntarios/as para la atención de necesidades psicológicas y sociales ante pandemias.

Dentro de la estructura del Plan, que se encuentra en todo momento subordinada a la autoridad sanitaria, se presentan los Grupos de acción y, en el de Apoyo en el Ámbito Sanitario, se explicitan como finalidades “la primera atención psicológica y social de los afectados por la emergencia de manera, directa o indirectamente”. Coordinado por el SUMMA 112, este grupo estará compuesto por “personal voluntario como psicólogos, trabajadores sociales, ONG, etc.”, entre otros.

Con independencia de que en algunos de los recursos propios de la administración activados puedan existir psicólogos y trabajadores sociales, el hecho de incluir estos dos colectivos en el apartado de voluntarios, y no al resto de profesiones, minusvalora la aportación de los profesionales de la Psicología y del Trabajo Social en las emergencias.

Si la Administración considera que la primera atención psicológica y social es esencial, como así también lo creen estos dos Colegios Profesionales, debería de contarse con los recursos propios para su desarrollo y no vincularse de forma exclusiva a la colaboración externa. Con independencia de las acciones solidarias que puedan realizar puntualmente nuestros colectivos, que se ha demostrado en estos últimos meses en los que ambos colegios han puesto a disposición de la Administración medios propios y voluntarios para atender situaciones desbordadas por la propia naturaleza de los acontecimientos, entendemos que, en el origen de un Plan específico para pandemias, esta situación debe corregirse.

Una previsión de necesidades psicológicas y sociales como la establecida por el Plan, implica una actividad profesional y, por lo tanto, sujeta a las prácticas éticas y deontológicas a las que los profesionales de ambos Colegios se deben y que requieren de una preparación continua y específica del mismo nivel que la del resto de profesionales implicados.

La intervención en situación de emergencias requiere, para ser efectiva, de un proceso de coordinación complejo, entre profesionales de varias especialidades, con los sistemas sanitario y social públicos, por lo que también se señala la falta de estructuras de organización y coordinación en este sentido, de protocolos para la activación, lo que pareciera contradictorio con su pretensión de clarificar y anticipar situaciones complejas, como lo es una pandemia.

Lamentamos que, aunque nuestros/as profesionales han sido identificados en el Plan, así como nuestro objeto de trabajo, y a pesar de nuestra experiencia tanto en el ámbito de la emergencia en general como en la actividad desarrollada recientemente, no hayamos sido escuchados/as para la redacción de este Plan y enriquecer el texto presentado que, por otra parte, entendemos como muy necesario.

Por tanto, exigimos la modificación de este texto, así como el del Plan de Protección Civil de la Comunidad de Madrid, para que se defina la implicación de psicólogos/as y trabajadores/as sociales como profesionales relevantes, de forma adecuada y precisa.