La Junta de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Complutense de Madrid aprobó por unanimidad el pasado 3 de julio, mostrar públicamente su preocupación por la política universitaria "que se está desarrollando en un momento de grave y prolongada crisis económica como la actual, con unas tasas de desempleo juvenil superiores al 57 % en el primer trimestre de 2013, y en el que muchas y muchos estudiantes, así como sus familias, están pasando situaciones de verdadera dificultad y precariedad social y económica".

El escrito reivindica la necesidad de una Universidad Pública, Universal, y de Calidad y rechaza los incrementos de los precios de las mátriculas, las nuevas orientaciones de las becas y la reducción de presupuesto.

Informan además, de que
     "en el caso de la Facultad de Trabajo Social, cuyos estudiantes provienen de familias especialmente afectadas por la crisis, las políticas universitarias implementadas durante el curso anterior han supuesto que, al menos un 5% hayan tenido que abandonar sus estudios, que otros hayan incrementado el número de horas dedicadas a trabajos precarios en detrimento de las horas de estudio, y para muchos la imposibilidad de concluir los estudios en los periodos establecidos. Todo ello, conduce a la discriminación en función del nivel de ingresos y a su vez un retroceso en la consecución de los objetivos de calidad planteados dentro del Espacio Europeo de Educación Superior".